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Método PH (Psico-Antropológico):


Pamela Hurtado, Psicoantropóloga creadora del Método PH
Pamela Hurtado, Psicoantropóloga creadora del Método PH

Una propuesta de intervención colaborativa que integra mirada sistémica, psicoanálisis y cultura como eje clínico


Resumen


Este artículo presenta el método PH (Psico-Antropológico) como un dispositivo de acompañamiento terapéutico que articula tres tradiciones: (1) la mirada sistémica de la persona inserta en redes de relación; (2) la antropología de la cultura como entramado de significados, prácticas y memorias encarnadas; y (3) la escucha psicoanalítica centrada en deseo, conflicto y transferencia. El método propone una condición colaborativa y participativa: terapeuta y consultante co-construyen hipótesis y acciones, asumiendo que la investigación de la experiencia es inseparable de su transformación. Para operacionalizar la cultura como eje de intervención, el método organiza el trabajo en tres ejes —psicolingüístico, cognitivo y simbólico— y una secuencia cíclica de fases (encuadre, cartografía ecosistémica, lectura cultural y memoria, experimentación y co-evaluación). Se argumenta que los patrones de conducta y las memorias adscritas a la endoculturación se hacen visibles cuando se triangula discurso, práctica y afecto, y cuando el/la terapeuta se incluye como agente reflexivo en el análisis. La propuesta dialoga con la teoría general de sistemas, la antropología interpretativa y de la práctica, la memoria cultural, la psicología del lenguaje y tradiciones terapéuticas dialógicas y narrativas.


1. Introducción:

Por qué cultura, por qué sistema, por qué transferencia


En la clínica contemporánea, el sufrimiento subjetivo emerge en la intersección de tramas relacionales, régimenes de sentido y economías de deseo. La cultura no es un telón de fondo: es condición de posibilidad de lo que se percibe, se recuerda y se actúa. A la vez, todo sujeto se conforma en sistemas (familiares, institucionales, mediáticos) que retroalimentan conductas y expectativas. Y, en la escena terapéutica, lo que se dice y calla, lo que se repite y se interrumpe, se cifra transferencialmente.


El método PH parte de tres tesis:

  1. Lo personal es relacional (en clave sistémica);

  2. Lo relacional es culturalmente significado (en clave antropológica);

  3. Lo significado se procesa en conflicto y deseo (en clave psicoanalítica).

Estas tesis obligan a tratar la cultura como eje clínico, no como dato descriptivo; a trabajar con patrones (bucles, rituales, guiones) más que con rasgos individuales aislados; y a inscribir la memoria en los cuerpos, las prácticas y los relatos.


2. Fundamentos teóricos del método PH


2.1. Mirada sistémica: circularidad, contexto y retroalimentación

La teoría general de sistemas (von Bertalanffy) y su apropiación en terapia familiar mostraron que los síntomas cumplen funciones en totalidades relacionales, con causalidad circular más que lineal (Bateson). La clínica sistémica (Minuchin; Bowen) aportó herramientas para mapear límites, alianzas, triangulaciones y patrones homeostáticos. Para el método PH, esto significa cartografiar nodos y bucles en redes múltiples (familia, trabajo, comunidad, plataformas digitales), y observar cómo ciertos patrones se amplifican o amortiguan según el contexto.


2.2. Antropología de la cultura: significados, habitus y endoculturación

Desde la antropología interpretativa, Geertz concibe la cultura como “telarañas de significado” que organizan experiencia y acción (y que podemos leer por descripción densa). Bourdieu, desde la teoría de la práctica, introduce habitus y campo, mostrando cómo las disposiciones se incorporan y se reproducen en prácticas. La endoculturación (Herskovits) nombra el proceso por el cual se interiorizan patrones culturales desde la infancia, proceso que continúa a lo largo del ciclo vital a través de socializaciones sucesivas. En clínica, esto habilita a leer síntomas como efectos de guiones culturales incorporados y como intentonas de agencia en mundos normados.


2.3. Memoria cultural y corporalidad

La memoria no sólo es individual; es social y cultural (Halbwachs; Assmann). Connerton subraya cómo las sociedades recuerdan mediante prácticas corporales y rituales, no sólo por inscripciones textuales. El método PH asume que las memorias adscritas a la endoculturación se sedimentan en gestos, posturas, entonaciones y rituales cotidianos, y que las intervenciones deben tocar esos soportes —no sólo el contenido representacional— para producir cambio sostenido.


2.4. Lenguaje, discurso y cognición situada

La psicología del habla (Levelt) ofrece un andamiaje para entender la producción del discurso (intención → formulación → articulación), mientras que los enfoques de análisis del discurso (Gee; Fairclough) permiten leer cómo el lenguaje hace cosas: instituye identidades, legitima relaciones, reproduce o resiste poder. La socialización del lenguaje (Ochs & Schieffelin) muestra que hablar es aprender a ser alguien en una comunidad. Para el método PH, el eje psicolingüístico busca re-figurar metáforas, marcos y actos de habla que mantienen los patrones; el eje cognitivo trabaja con supuestos y esquemas culturales; y el eje simbólico abre la escena a ritos, objetos y narrativas que re-anclan lo nuevo.


2.5. Clínica colaborativa y narrativas

La tradición colaborativa y dialógica (Anderson) y el dispositivo del equipo reflexivo (T. Andersen) redefinen al terapeuta como conversador-investigador que co-produce significados con el consultante. La terapia narrativa (White & Epston) aporta prácticas para externalizar el problema y re-autorizar relatos de identidad. El método PH integra estas corrientes para sostener un posicionamiento participativo: investigar con la persona y su red, no sobre ellas.


3. El método PH paso a paso


3.1. Principios rectores

  1. Cultura como eje: toda hipótesis clínica se contrasta con descripciones densas de contextos culturales y campos de práctica.

  2. Relacionalidad: se leen patrones (secuencias, acoplamientos) en múltiples sistemas.

  3. Transferencia reflexiva: el/la terapeuta se reconoce parte activa del sistema analítico, afectando y siendo afectado/a.

  4. Colaboración: se privilegian técnicas participativas, inspiradas en investigación-acción y pedagogías críticas.


3.2. Fases del proceso (cíclicas y flexibles)


Fase A — Encuadre y co-contrato

  • Construir un acuerdo de colaboración (propósitos, límites, ética, participación de terceros significativos).

  • Nombrar el eje cultural desde el inicio (preguntas sobre normas, rituales, metáforas familiares o de oficio).


Fase B — Cartografía ecosistémica

  • Mapa de sistemas relevantes (familia extensa, trabajo, barrio/comunidad, redes digitales, instituciones).

  • Identificación de bucles (p. ej., “demando-me retiro / me retiro-me demandan”) y rituales (horarios, comidas, saludos, silencios).


Fase C — Lectura cultural y memoria

  • Micro-etnografía de la vida cotidiana (diarios breves, fotografías de objetos significativos, genealogía de frases heredadas).

  • Indagación de memorias encarnadas (gestos, tonos, sensaciones recurrentes en situaciones típicas).


Fase D — Experimentación guiada

  • Diseño de ensayos conversacionales, intervenciones rituales mínimas y pruebas de metáforas alternativas.

  • Incluir a la red significativa para co-probar cambios en las interacciones.


Fase E — Co-evaluación y continuidad

  • Devolver cartografías y líneas de tiempo; ajustar hipótesis.

  • Cerrar con planes de mantenimiento y rituales de transición.


4. Los tres ejes terapéuticos del método PH


4.1. Eje psicolingüístico: metáforas, marcos y actos de habla


Objetivo

Transformar los andamiajes discursivos que fijan el problema.

Herramientas:

  • Metaforología clínica: identificar metáforas dominantes (“cargar con…”, “trabar-se”) y proponer metáforas habilitantes (“acompasar”, “afinar”, “tejer”). (Lakoff & Johnson).

  • Re-encuadre crítico: examinar cómo ciertos términos traen regímenes de poder (Fairclough).

  • Guiones conversacionales: practicar actos de habla alternativos (pedir vs. exigir; declarar límites vs. insinuarlos).

  • Externalización narrativa: separar “la persona” del “problema” (White & Epston).


Ejercicio breve: 

“Diccionario de casa”. En sesión, co-construir un glosario de frases heredadas (p. ej., “aquí las cosas se hacen así”). Para cada entrada, escribir orígenes probables, efecto en el cuerpo y alternativa preferida. Practicar su uso en situaciones reales y registrar efectos.


4.2. Eje cognitivo: supuestos culturales y esquemas de anticipación


Objetivo

Identificar y flexibilizar creencias culturales que organizan la percepción.

Herramientas:

  • Cuadrantes de supuestos: “lo que se da por sentado” en familia/oficio/barrio/país.

  • Escenas anticipadas: imaginar micro-situaciones y ensayar respuestas que des-automatizan.

  • Distribución de la cognición: trasladar tareas o decisiones a artefactos/aliados (Hutchins).

  • Habitus en acto: observar regularidades y experimentar micro-desplazamientos (Bourdieu).


Ejercicio breve: 

“Semáforo de guiones”. Tres columnas: guión rojo (repite el patrón), amarillo (lo modula), verde (lo transforma). Diseñar y probar una acción “amarilla” y otra “verde” en la semana.


4.3. Eje simbólico: rituales, objetos y memoria encarnada


Objetivo

 Intervenir en los soportes performativos de la memoria cultural (Connerton).

Herramientas:

  • Rituales mínimos: cambios deliberados en secuencias (orden de comer, lugar en la mesa, saludo inaugural en reuniones).

  • Objetos transicionales: incorporar un objeto que marque el pasaje de estado (Turner) y ancle el nuevo relato.

  • Cartografías sensibles: dibujar el espacio cotidiano señalando “nudos” de tensión y micro-prácticas de cuidado.


Ejercicio breve: 

“Umbral”. Diseñar un rito de inicio y cierre de jornada (palabra, gesto, música breve). Registrar sensaciones y efectos en los bucles relacionales.


5. Condición colaborativa y participativa


El método PH adopta un acuerdo participativo inspirado en la investigación-acción latinoamericana (Fals-Borda) y las pedagogías críticas (Freire): la producción de conocimiento terapéutico se hace con las personas y sus comunidades, buscando empoderamiento y concientización (reflexión-acción). En lo clínico, se traduce en talleres micro-etnográficos, co-análisis de relatos y devoluciones gráficas (mapas, líneas de tiempo) donde los y las consultantes corrigen e interpretan los hallazgos.


Además, la tradición colaborativa en psicoterapia (H. Anderson) y el equipo reflexivo (T. Andersen) ofrecen formatos conversacionales donde el/la terapeuta transparenta su pensar, expone hipótesis como hipótesis, solicita consentimiento para cada intervención y acoge retroalimentación en vivo.


6. Procedimientos y herramientas del método PH


  1. Entrevistas de doble entrada (persona/red): cada entrevista incluye 15’ para un tercero significativo (presencial o remoto) que aporte contrapuntos.

  2. Diario de prácticas (no de “síntomas”): registro breve (3–5′) de situaciones con foco en secuencias, frases y cuerpos (qué se dijo, quién, cómo y qué se sintió/hizo).

  3. Mesa de objetos: sesión quincenal donde la persona trae objetos cotidianos (llaves, taza, prenda) para leer su biografía simbólica y negociar nuevos usos.

  4. Cartografía ecosistémica: diagrama vivo (pizarra/ficha digital) con nodos, flujos y rituales; se actualiza a cada co-evaluación.

  5. Tareas ecosistémicas: acciones fuera de consulta que involucran entornos (p. ej., renegociar un saludo en el trabajo; mover un mueble que estabiliza un rol; enviar una carta ritual).

  6. Devoluciones narrativas: textos o audios que re-figuran hitos del proceso; se leen y corrigen con la persona. (White & Epston).


7. Ejemplos sintéticos de aplicación


Caso 1:

“Siempre termino cediendo” (adulto joven, organización de salud)

Lectura PH: bucle “demanda-retirada” sostenido por metáforas de servicio-sacrificio y por rituales laborales (correos nocturnos, saludos que asumen disponibilidad).

Intervenciones:

  • Eje psicolingüístico: sustituir “estar disponible” por “estar accesible con límites”; practicar actos de habla de aplazamiento.

  • Eje cognitivo: identificar el supuesto “si pongo límites, dejo de pertenecer”; diseñar pruebas graduales de pertenencia con límite.

  • Eje simbólico: rito de cierre de jornada (apagar notificaciones + colocar objeto-umbral en el escritorio).Resultado: reducción del patrón de cesión sin deterioro de pertenencia; nuevos micro-contratos con colegas.


Caso 2:

“No puedo hablar en reuniones” (mujer migrante, área educativa)

Lectura PH: memoria de vergüenza adscrita a endoculturación escolar (no interrumpir, no contradecir a la autoridad).

Intervenciones:

  • Psicolingüístico: guión de entrada con saludo culturalmente situado; ensayo de preguntas puente.

  • Cognitivo: re-evaluar el supuesto “preguntar = ignorancia”; construir marco de curiosidad experta.

  • Simbólico: pequeño objeto de anclaje (lapicera heredada) para marcar el turno de palabra.Resultado: participación sostenida en 3 reuniones; feedback positivo de pares.


8. Ética, cuidados y límites


  • No esencializar la cultura: describir prácticas situadas, evitando estereotipos. (Geertz; Bourdieu).

  • Consentimiento informado dinámico: cada co-construcción (grabaciones, talleres con red) requiere renovar acuerdos.

  • Riesgo de sobre-exposición: al trabajar con redes, cuidar confidencialidad y ritmos de participación.

  • Derivación responsable: el método PH complementa, no reemplaza, intervenciones médicas o legales cuando corresponde.

  • Reflexividad del terapeuta: supervisión y diario contratransferencial para registrar cómo el/la terapeuta entra en los bucles que analiza (Anderson; Andersen).


9. Discusión: alcances del enfoque


El método PH no inventa de cero: integra tradiciones robustas —sistémica, antropológica, psicoanalítica y dialógica— en un diseño operativo centrado en cultura, patrones y memorias.

Su originalidad reside en:

  • Hacer de la cultura un eje clínico explícito, con técnicas para leerla y transformarla en práctica;

  • Triangular tres ejes (psicolingüístico, cognitivo, simbólico) en cada intervención;

  • Instituir la colaboración como condición de método (investigación-acción, pedagogía crítica, conversación colaborativa).


10. Conclusión


El método PH (Psico-Antropológico) ofrece un marco y una caja de herramientas para acompañar subjetividades situadas, tratando la cultura como campo de intervención, la red como condición de cambio y la transferencia como brújula ética. En un tiempo de aceleración y multiplicidad de pertenencias, integrar sistema, cultura y deseo permite pasar del problema como atributo al patrón como práctica, y de la explicación a la transformación compartida.


Referencias

Anderson, H. (1997). Conversation, language, and possibilities: A postmodern approach to therapy. W. W. Norton. (Descripción del enfoque colaborativo). Amazon

Andersen, T. (1991). The reflecting team: Dialogues and dialogues about the dialogues. W. W. Norton. (Dispositivo del equipo reflexivo). VGVZ

Assmann, J. (2011). Cultural memory and early civilization: Writing, remembrance, and political imagination. Cambridge University Press. (Memoria cultural). Wikipedia

Bateson, G. (1972). Steps to an ecology of mind. University of Chicago Press. (Causalidad circular; ecología de la mente). Amazon

Bourdieu, P. (1977). Outline of a theory of practice. Cambridge University Press. (Habitus, campo, práctica). Cambridge University Press & Assessment

Connerton, P. (1989). How societies remember. Cambridge University Press. (Memoria incorporada y ritual). Cambridge University Press & Assessment

Fairclough, N. (1992). Discourse and social change. Polity Press. (Análisis crítico del discurso). politybooks.com

Fals-Borda, O. (1987). The application of participatory action-research in Latin America. International Sociology, 2(4), 329–347. https://doi.org/10.1177/026858098700200401 (RA y participación). SAGE Journals

Freire, P. (1970/2000). Pedagogy of the oppressed (30th Anniversary ed.). Bloomsbury Academic. (Concientización; diálogo). (Ver edición disponible públicamente). LibcomFreshman Scholars Institute

Geertz, C. (1973). The interpretation of cultures. Basic Books. (Cultura como telaraña de significados; descripción densa). Hachette Book Group

Herskovits, M. J. (1948). Man and his works: The science of cultural anthropology. Knopf. (Endoculturación/enculturación). Amazon

Levelt, W. J. M. (1989). Speaking: From intention to articulation. MIT Press. (Modelo de producción del habla). MIT Press

Minuchin, S. (1981). Family therapy techniques. Harvard University Press (con Fishman, C.). (Estructuras, límites, alianzas). Merriam-Webster

von Bertalanffy, L. (1968). General system theory: Foundations, development, applications. George Braziller. (Teoría general de sistemas). Amazon

White, M., & Epston, D. (1990). Narrative means to therapeutic ends. W. W. Norton. (Externalización; re-autoría). (Descripción editorial). W. W. Norton & Company Ltd.

Bowen, M. (1978). Family therapy in clinical practice. Jason Aronson. (Diferenciación del self; triangulación). Internet Archive

Gee, J. P. (2011/2024). How to do discourse analysis: A toolkit (3.ª ed.). Routledge. (Herramientas de análisis del discurso). Routledge

Halbwachs, M. (1992). On collective memory. University of Chicago Press. (Memoria colectiva). (Ver recursos editoriales/ensayos). cdn.angkordatabase.asia

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